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El refrán “Se junta el hambre con las ganas de comer” se utiliza para expresar que dos o más personas o circunstancias tienen las mismas faltas, necesidades, aficiones o gustos. Normalmente se aplica a casos desfavorables o que agravan una situación. Por ejemplo, se dice que se juntan el hambre con las ganas de comer cuando dos personas que son muy vagas o muy habladoras se hacen amigos.

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