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El refrán “Quien te conozca, que te compre” es una moraleja de un viejo cuentecillo y expresa que los defectos de las personas no se advierten a primera vista. Suele ponerse en boca del que descubre el engaño o la malicia de otro. En otras palabras, este refrán se utiliza para indicar que aquellos que realmente conocen a una persona son más conscientes de sus defectos y, por lo tanto, menos propensos a “comprar” o aceptar sus acciones sin cuestionarlas.

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Refranes similares

• El que te pueda convencer que te compre.