El refrán se basa en la idea de que los perros, como los humanos, pueden ser animales territoriales y posesivos. Por lo tanto, cuando una perra ve a otro perro cerca de su dueño, puede sentirse amenazada y comenzar a actuar de forma agresiva. De manera similar, cuando dos personas tienen una relación cercana, pueden sentir que están compitiendo por la atención de la otra persona. Esto puede conducir a conflictos y discusiones.

El refrán «Perra al chucho no le va mucho» se puede utilizar en cualquier contexto, pero es más común en situaciones personales. Por ejemplo, se puede decir de una pareja que está peleando, o de una familia que está pasando por un momento difícil.