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El refrán «No vendas la piel del oso antes de cazarlo» es un dicho español que se utiliza para expresar la idea de que no hay que dar nada por hecho antes de que se haya logrado.

El refrán se basa en la idea de que, si alguien vende la piel de un oso antes de haberlo cazado, está tomando un riesgo. Es posible que no pueda cazar al oso, y en ese caso, perderá dinero. De manera similar, si alguien da por hecho que algo va a suceder, puede estar cometiendo un error. Es posible que las cosas no vayan como se espera, y en ese caso, la persona puede verse decepcionada o perjudicada.

El refrán «No vendas la piel del oso antes de cazarlo» se puede utilizar en cualquier contexto, pero es más común en situaciones personales. Por ejemplo, se puede decir de una persona que está confiando demasiado en sus posibilidades, o de una situación en la que alguien está haciendo planes sin tener en cuenta todas las posibilidades

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