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El refrán «Lo primero son mis dientes y después mis parientes» significa que las necesidades propias deben anteponerse a las de los demás, incluso aunque se trate de personas muy allegadas.

Este refrán se basa en la idea de que el ser humano es un ser individual y que, por lo tanto, sus necesidades deben ser su prioridad. Los dientes son un elemento esencial para la supervivencia del ser humano, ya que permiten comer y masticar los alimentos. Por lo tanto, es lógico que las necesidades de los dientes sean consideradas como una prioridad.

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