Haz el bien y no mires a quien
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El refrán «Haz el bien y no mires a quien» significa que se debe hacer el bien a todas las personas, sin importar su raza, religión, sexo, origen social o cualquier otra condición.
El origen del refrán se encuentra en la tradición cristiana, en la que se enseña que todos los seres humanos son iguales ante Dios. En el contexto religioso, el refrán se utilizaba para recordar a las personas que deben amar a sus semejantes, sin importar sus diferencias.
En la actualidad, el refrán se utiliza en un sentido más amplio para referirse a cualquier situación en la que se debe ayudar a alguien, sin importar quién sea. Por ejemplo, si alguien ve a una persona mayor que necesita ayuda para cruzar la calle, podría decir «Haz el bien y no mires a quien» para motivarse a ayudar.
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