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El refrán «De la familia oirás pero no hablarás» significa que se debe respetar la privacidad de la familia, tanto a la hora de hablar de ella como de escuchar lo que se habla de ella.

El origen del refrán se encuentra en la idea de que la familia es un grupo íntimo que debe protegerse de la curiosidad o la crítica de los demás. En la antigüedad, la familia era la unidad básica de la sociedad, y su honor y reputación eran muy importantes.

En la actualidad, el refrán se utiliza en un sentido más amplio para referirse a cualquier situación en la que se debe respetar la privacidad de alguien. Por ejemplo, si alguien conoce un secreto familiar, podría decir «De la familia oirás pero no hablarás» para expresar que no lo va a revelar a nadie.

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