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El refrán «Año de nieves, año de bienes» significa que un año con mucha nieve es un año favorable para las cosechas. Esto se debe a que la nieve ayuda a proteger el suelo de las heladas y mantiene la humedad, lo que es esencial para el crecimiento de los cultivos.

El origen del refrán se encuentra en la experiencia de los agricultores, que han observado que los años con mucha nieve suelen ser años de buenas cosechas. En la antigüedad, la agricultura era la principal actividad económica de la mayoría de las personas, por lo que era importante predecir las condiciones climáticas para planificar las cosechas.

En la actualidad, el refrán se utiliza en un sentido más amplio para referirse a cualquier situación en la que algo negativo puede resultar positivo. Por ejemplo, si alguien pierde su trabajo, pero luego encuentra uno mejor, podría decir «Año de nieves, año de bienes» para expresar que la pérdida del trabajo le ha llevado a una oportunidad mejor.

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