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El refrán «A enemigo que huye, puente de plata» es un dicho español que se utiliza para expresar la idea de que es mejor dejar ir a un enemigo que perseguirlo.

El refrán se basa en la idea de que un enemigo acorralado es más peligroso que uno que huye. Por lo tanto, cuando una persona dice «A enemigo que huye, puente de plata», está expresando que es mejor dejar que un enemigo se vaya, incluso si eso significa darle una ventaja.

El refrán «A enemigo que huye, puente de plata» se puede utilizar en cualquier contexto, pero es más común en situaciones informales. Por ejemplo, se puede decir de una persona que está tratando de resolver un conflicto, o de una situación en la que alguien ha decidido no perseguir a un enemigo.

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