Es un edificio de planta rectangular, con cabecera recta más estrecha y baja orientada al oeste. Está construido en mampostería muy irregular trabado con abundante argamasa y cubierto con losa a dos aguas.

La portada se sitúa a los pies. Está precedida de un pórtico de escasa longitud, prolongación de la obra de la ermita, abierto en gran arco de medio punto y cubierto con corto tramo de cañón. La portada es en arco de medio punto.

Al interior tanto la nave como la cabecera cubren con bóveda de cañón corrido. El interior de la bóveda está decorado con pinturas murales de carácter popular, representando medallones con símbolos solares y vegetales, realizadas en 1864 por un pintor llamado Barón (según una inscripción que consta en el muro de los pies), que también decoró las ermitas de la Esperanza y de San Antón.

En los pies, flanqueando la puerta, y en los muros de la nave hay pequeños vanos de derrame interno.